martes, 22 de julio de 2008

ETICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LAS ORGANIZACIONES

Lic. María Eugenia Guzmán [1]
Lic. Ana Moya [2]

RESUMEN
En este artículo se proponen algunas ideas para fomentar una reflexión acerca de la ética y la responsabilidad social de las organizaciones en la actualidad, partiendo de la relación entre la ética, la actividad empresarial y la comunidad, y se sustenta en propuestas de autores como Víctor Guédez y Adela Cortina, entre otros. Queda fuera de toda duda que la humanidad necesita una ética universal más próxima, con contenidos menos ambiciosos pero que regule tanto la vida cotidiana de los ciudadanos, a modo de una moral cívica, como las actividades específicas que desarrollan las empresas y organizaciones representadas en los empresarios, dueños, los profesionales y trabajadores que hacen vida en ellas.
La necesidad de ética cívica, corresponsabilidad social, porque todos somos ética y moralmente responsables de lo que ocurre en la sociedad, la conciencia de que el ser humano sólo puede realizarse en los otros seres humanos, de aquí nace el sentimiento de solidaridad, de desprendimiento personal.
La conciencia ética y la responsabilidad social ya no sólo son un asunto estratégico que deben plantearse las empresas, sino que también han adquirido una condición crítica que se impone por el peso de las circunstancias que vive la sociedad actual.
Ahora resulta que han aparecido factores que son los que pautan los impactos más importantes del posicionamiento de las empresas para conquistar las preferencias de los clientes y la aceptación de la sociedad.
Las empresas pueden asumir acciones de responsabilidad social por sumisión a normas legales externas, por compromiso suscrito y acordado con otros interlocutores, por interés de obtener las preferencias propias de una imagen que persuada a los clientes o, finalmente, por la decisión voluntaria y comprometida en favorecer las condiciones sociales de la comunidad y las realidades sociales, sin que esto represente una tangible tasa de retorno en alguna ganancia.
Las autoras pretenden con este trabajo resaltar la vinculación que existe entre la ética y la responsabilidad social empresarial, y la importancia de su ejercicio en este momento histórico tan particular que vive la sociedad. Este artículo es el producto de una investigación descriptivo-documental, que partió de las premisas expresadas en las teorías analizadas.

Palabras Claves: Ética, responsabilidad social, organización, sociedad.
ABSTRACT
In this article they propose some ideas to foment a reflection it brings over of the ethics and the social responsibility of the organizations at present, departing from the relation between the ethics, the managerial activity and the community, and is sustained in authors' offers as Víctor Guédez and Adela Cortina, between others. It can only out of any doubt that the humanity needs a more next universal ethics, with less ambitious contents but that regulates so much the daily life of the citizens, like a civic morality, as the specific activities that there develop the companies and organizations represented in the businessmen, owners, the professionals and workers who do life in them.
The need of civic ethics, responsibility social, because we all are ethical and morally responsible for what happens in the society, the conscience of which the being I humanize only can be realized in other human beings, of here there is born the feeling of solidarity, of personal detachment. The ethical conscience and the social responsibility already not only are a strategic matter that the companies must appear, but also they have acquired a critical condition that is imposed by the weight of the circumstances through that the current society lives.
Now it turns out that they have appeared factors that are those who rule the most important impacts of the positioning of the companies to conquer the preferences of the clients and the acceptance of the society.
The companies can assume actions of social responsibility for submission to legal external procedure, for commitment signed and resolved with other speakers, for interest of obtaining the own preferences of an image that persuades the clients or, finally, for the decision voluntary and compromised in favoring the social conditions of the community and the social realities, without this represents a tangible rate of return in some profit.
The authoresses try with this work to highlight the entail that exists between the ethics and the social managerial responsibility, and the importance of your exercise at this moment historically so particularly through that the society lives. This article is the product of a descriptive - documentary investigation, which departed from the premises expressed in the analyzed theories.

Key words: Ethics, social responsibility, organization, society.

[1] Lic. María Eugenia Guzmán, egresada de la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” en la carrera de Administración mención: Organización y Sistemas, Especialista en Gerencia de los Procesos Educativos. Actualmente cursante de la Maestría en Ciencias Administrativas mención: Gerencia del Talento Humano.
[2] Lic. Ana Moya, egresada del Colegio Universitario Francisco de Miranda como Técnico Superior Universitario en Administración de Personal, posteriormente egresada de la Universidad Simón Rodríguez como Licenciada en Administración Mención Recursos Humanos, y también es cursante de la Maestría en Ciencias Administrativas Mención Gerencia del Talento Humano en esta misma casa de estudios, Núcleo Post Grado Caracas.
INTRODUCCIÓN
Actualmente a principios de este siglo XXI, se está ante una necesaria reinserción de valores en una nueva constelación: imaginación, creatividad, emotividad, ternura, humanidad, alternativas y, sobre todo, responsabilidad en un contexto comunitario. En pocas palabras: importantes tendencias del pensamiento moderno reclaman “un talante ético global” que soporte normas éticas universalmente obligatorias, que fundamente la tolerancia, el aprecio, el respeto, el encuentro sobre unos mínimos morales básicos, es decir, plantearse una ética más próxima, con contenidos menos ambiciosos, pero que regule la vida cotidiana de los ciudadanos en todos los escenarios.
Es importante comenzar aclarando los términos y haciendo una distinción entre moral, ética, responsabilidad y la responsabilidad social relacionada con la ética. Se entiende que moral y ética, desde el punto de vista etimológico, significan lo mismo, porque ética viene del griego ethos y moral del término latino mores y los dos vienen a querer decir “costumbres” o “carácter”, y en este sentido tanto la moral como la ética se ocuparían del carácter o los hábitos de las personas, de las organizaciones y de los pueblos. Señala Guedez (2006) que la ética se inscribe en tres nociones fundamentales: la autoestima, solidaridad y participación. El autor expone en su obra que sin la conjugación proporcional y equidibrada de estos tres componentes, resulta muy difícil llevar a cabo un auténtico ejercicio de la ética. En esta misma línea Morín (2000) citado por Jiménez (2005) que la ética no se agrega a las prácticas de la vida profesional, sino que forma parte de ella. No importa cuanto se practica sino el compromiso que involucra en el contrato moral. Lo importante es llevar la ética al campo donde nos desempeñamos. El objeto formal de la ética es el carácter que se adquiere y se va desarrollando a lo largo de la vida a través de hábitos, costumbres, virtudes, vicios, modo de ser, lo importante es lo que una persona ha llegado a ser desde su misma naturaleza. En este sentido Cortina (1994) e Ibarra (1996) citado por Jiménez (2005), coinciden en definir la ética como una rama de la filosofía que se ocupa de la moral y sus manifestaciones, así como de sus relaciones con otras conductas del ser humano. La ética es una ciencia que persigue la conducta moral del hombre, el perfeccionamiento personal es el compromiso que se adquiere con uno mismo de ser siempre mejor persona. Es pensar en la condición humana donde existe la influencia de sentimientos y emociones, que impulsa a debatirse entre el deber ser, el ser y el poder ser, para descubrir sus fuerzas y lograr acuerdos que le permitan reflexionar sobre los principios conductuales para perfeccionarse.
A fin de explicar los fundamentos de una investigación etimológica sobre la ética, Aranguren (1997), citado por Jiménez (2005), expresa que la palabra ética proviene del vocablo ETHOS que inicialmente significó morada o lugar que habita, posteriormente se introduce una nueva noción que amplia el sentido de morada, refiriéndose a morada del hombre en el ser. Sin embargo, la acepción más usual de este vocablo ethos desde la tradición filosófica Aristotélica significa modo de ser o forma de vida y costumbres que se van adquiriendo que pueden convertirse en hábitos o en vicios. Visto de esta manera el ethos se proyecta cada día en nuestra práctica, con cada decisión y cada acto, es así como surge el comportamiento ético.
En este sentido, la ética representa un papel fundamental, tal como lo resume Escobar (1999), citado por Jiménez (2005), que concibe la ética como una parte de la filosofía que reflexiona sobre la moralidad, la conciencia moral y la acción ligada al hombre, por lo que otorga a la ética un carácter eminentemente social. La ética surge en detrimento de la vivencia de pautas morales aceptadas únicamente por el individuo que se apoya en la ilusión de que se vale todo en este momento histórico caracterizado por lo plural, multicultural y por una exagerada crisis de valores.
Según los planteamientos de Aristóteles, se infiere que el fin de la ética no es el conocimiento, sino la acción, la práctica; es decir, que el hombre feliz será aquel que vive bien y obra bien. Asimismo, la moral Kantiana es entendida como la libertad misma, el derecho del hombre a legislarse a sí mismo y cumplir un deber sin presión de ninguna naturaleza por su propia voluntad.
En este sentido, la ética trata de forjar el carácter, la predisposición a actuar bien, a las virtudes o a actuar mal, a los vicios. En esta misma línea, el escritor y filósofo español Fernando Savater indica además que lo que es propiamente ético es el esfuerzo del ser humano por seleccionar, jerarquizar y armonizar los valores en función de lo que se desea hacer con la vida. Más que valores éticos, señala el escritor, lo que existen son decisiones y acciones éticas. Lo ético es seleccionar, jerarquizar y armonizar los valores para dilucidar los dilemas que se plantean a lo largo de la vida. La ética no es de los valores sino del ser humano. La moral de un pueblo, organización o persona se basa en la jerarquización de los valores a los cuales optamos y éstos han de ser valores superiores como la libertad, la igualdad, la solidaridad y aquellos que se sirvan del diálogo. Para que haya una acción moral, es necesario que junto a la acción voluntaria (libertad de voluntad) haya una elección (libertad de elección o libre albedrío). La libertad es la facultad de disponer de sí mismo; de obrar (o no obrar) por sí mismo acciones deliberadas. Estas alcanzan su perfección cuando se realizan en virtud del bien supremo. Por lo tanto, la libertad no es una acción física sino una cuestión moral (es intrínseca a la acción moral) y en el ámbito de la moral no solamente hay libertad, sino que, no puede no haberla. En otras palabras Guedez (2006) expresa que “realmente no existe posibilidad de ejercer la ética sin la libertad que permite la reflexión y sin la responsabilidad que favorece la ejecución de lo que se decide”. (p.87)
La ética sería la filosofía moral, es decir, aquella parte de la filosofía que se ocupa de la moral, de la misma manera que hay una filosofía de la ciencia, o hay una filosofía del derecho, o una filosofía de la religión.
Otro de los términos asociados en este trabajo es el de responsabilidad. Según Guedez (2006), este concepto “implica significados esenciales para comprender los alcances de los compromisos sociales de la empresa; podríamos incluso decir que proporciona el asidero epistemológico del cual se agarra la idea más actualizada de las organizaciones. En su sentido más elemental, se entiende por responsabilidad la capacidad de responder por lo que se hace o se deja de hacer, así como por las correspondientes consecuencias que proceden de lo que se hizo o no se hizo. Responsabilidad equivale a responder, y responder es siempre responder a los demás o respondernos a nosotros mismos frente a los demás; es poder responder por todo, a todos, todo el tiempo y en todo lugar”.
Asimismo, la responsabilidad significa la ejecución reflexiva de los actos, ponderando las consecuencias del bien y el mal en cuanto a alcanzar cuotas mayores de humanización, crecimiento individual y social.
La responsabilidad social, para Victor Guédez, es simplemente el ejercicio ético y sustentable de la competitividad, en otras palabras, la traducción social de la ética se concreta en sus acciones de responsabilidad social. La ética se ejerce forma individual, pero se construye socialmente, en tanto que ella se pone de manifiesto cuando aparece el otro y los otros. La esencia de la ética es intensamente social. Se puede citar, en este contexto, la opinión de Fernando Savater quien expresa que no hay ética más que frente a los otros: se trata de un empeño rabiosamente social. Es así como el comportamiento ético de la empresa se circunscribe en todo aquello que se hace más allá de las imposiciones formales y legales que son el marco de su funcionamiento; es todo lo que la empresa hace a favor de ofrecer buenos productos y servicios, de generar empleos, pagar los impuestos, cumplir las leyes y asumir un comportamiento cívico. El resultado de estas apreciaciones es que la responsabilidad social representa una especie de puente entre la ética y la competitividad de la empresa.
La exigencia ética se hace más compleja y enfocada al conjugarse con la idea de sustentabilidad. En realidad, la responsabilidad social empresarial se inspira y orienta hacia las perspectivas sustentables. Los empeños éticos y sustentables representan las alas de la competitividad, pues sin ellos desaparecen las condiciones que aseguran la supervivencia de las empresas. Para que las empresas puedan ejercer la responsabilidad social debe primero asegurar su permanencia y tal posibilidad procede de su capacidad competitiva.
La ética social, desarrollada como concepto apenas a finales del siglo pasado, surge como consecuencia de la desesperada y feroz lucha del hombre con su peor enemigo: el mismo. La gran capacidad que el ser humano manifiesta para destruir su entorno, aunada a la incapacidad de las autoridades (políticas, esclesiásticas, sociales) para detener o aminorar este proceso de autodestrucción, ha exhibido, más ahora que nunca, la urgente necesidad de un comportamiento ético social en la que el hombre busque el bienestar global, basándose en preceptos tan básicos como ancestrales: justicia, libertad, verdad y equidad. (Aranda, 2007).
Ética y la Responsabilidad Social en las Organizaciones.
Hoy en día las organizaciones se encuentran insertas en las comunidades en las cuales desarrollan sus actividades y tienen impacto sobre ellas. El empleo que estas empresas ofrecen a la comunidad generan enriquecimiento y este producto, convenientemente aplicado, genera crecimiento. Por otro lado, las empresas se sirven de los recursos que la comunidad pone a su disposición, tal es el recurso humano adecuadamente formado, recursos naturales y servicios públicos, todos se combinan para el éxito de la empresa. Las empresas deben retribuir de alguna manera las condiciones y posibilidades que la sociedad les ha aportado. Bien se entiende que la empresa nace en la sociedad y, en consecuencia, es de origen social; además, crece y se desarrolla a partir de las condiciones que la sociedad le aporta y por tanto es de naturaleza social; asegura su perspectiva en el marco del futuro de la sociedad y por lo tanto, es de finalidad social. En este marco de ideas, se sabe que la empresa debe retribuir lo que ha recibido a la sociedad. A esa exigencia de retribución se agrega la idea de compartir aquello que, por exceso o por innecesario, se deriva de su actividad productiva. En este orden de ideas, también se incorpora la necesidad de contribuir, sin esperar nada a cambio, con las condiciones de su entorno y de la comunidad que le reporta su área de vecindad. Todo esto asume un alcance más orgánico dentro de la exigencia de corresponsabilidad en la cual se suman las obligaciones del resto de las organizaciones que comparten el mismo tiempo y el mismo espacio. El sentido de corresponsabilidad no es otro que el del ejercicio de una responsabilidad compartida que, como tal, se armoniza e integra con las acciones sociales del conjunto. La base de un éxito empresarial se traduce en respeto a la comunidad, porque esa comunidad está integrada por sus clientes, sus empleados y sus proveedores. Todas esas personas deben estar contempladas en la gestión de la empresa, donde se pone el acento en la conducción a través del ejemplo. Además de eso, si una empresa contempla actividades de participación y diálogo, respeto por el individuo y valoración a la diversidad, esta empresa se gana la simpatía de la comunidad del entorno. Es importante también que se tenga una política que enlace los intereses de la empresa con los intereses de la gente y de la sociedad. Aunado a esto, si una empresa actúa con integridad y responsabilidad, con transparencia y respeto, está sentando las bases de la confianza y todo el mundo sabe que sin confianza no funcionan los negocios.
Las organizaciones sociales no pueden basar su viabilidad solamente en el reconocimiento social y habrán de reconocer, de una vez, la inevitable posición moral, esto quiere decir que no pueden estar más allá del bien ni el mal, ni desenvolverse en el terreno de la desmoralización o de la amoralidad por razones de distinta índole. Las cuentas de la empresa deberán expresarse en algo más que ganancias. No serán completas si no reflejan su productividad social. Gustavo Roosen explica en el prólogo de la obra Ética y la práctica de la responsabilidad social empresarial de Víctor Guédez, que “para ser responsable socialmente, una empresa debe producir, ser rentable, generar riqueza y empleos; solamente así tiene sentido que emprenda algún ejercicio de desarrollo social” (p.9).
Las organizaciones son corporaciones inteligentes, que controlan su medio, razonan sus decisiones, eligen sus respuestas, se enriquecen e identifican con sus acuerdos, en resumen, tienen conciencia de su actividad y, paralelamente, los comportamientos sociales corporativos conectan con un entramado definitivamente regulador y autorregulador caracterizado por estas claves:
a) La responsabilidad es una referencia obligada.
b) La conciencia corporativa es un buen reflejo de la capacidad de ponderación de fines y medios.
c) La identidad moral ha de ser el resultado de una identidad organizativa y social.
d) La movilización de las organizaciones da sentido a iniciativas, a la creatividad, a la racionalidad, a la participación, a la capacidad comunicativa, al sentido de pertenencia y cooperación, entre otros elementos que contribuyen a redimensionar la nueva estructura social corporativa y situarla en otro nivel de categorías. (Chozas 2007).
Los conceptos de responsabilidad social y ética van estrechamente ligados entre sí, ya que la ética es el saber que nos orienta la conducta reflexivamente y cuyo fin es la toma de decisiones prudentes y justas; y la responsabilidad social es una forma de gestión que tiene, que debe guiarse por la toma de decisiones prudentes y justas.
Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su art. Nº 2 expresa que ”Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.
La ética cívica y la responsabilidad social vienen siendo valores que el Estado propone en el proyecto ético venezolano para conseguir una sociedad pluralista que asuma como propios un conjunto de valores y principios que puedan poner en marcha la “fuerza humanizadora” que va a convertir a los hombres en ciudadanos justos, solidarios y felices.
En relación a la responsabilidad social, el estado venezolano en las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, expresa entre los objetivos de superación de la ética del capital, la “responsabilidad social de la empresa privada”, para fomentar una nueva moral colectiva.
Precisamente la ética, respecto de las organizaciones, busca proporcionarles un fin social, según Adela Cortina se compone de dos tipos de bienes: internos y externos. Los bienes internos son la actividad de la organización propiamente dicha (es decir, la satisfacción de necesidades básicas) y los bienes externos son los comunes a todas las organizaciones como lo son el prestigio, el dinero y el poder.
Según Cortina, una organización ética busca equilibrar, de manera adecuada, ambos tipos de bienes. Por eso se dice que una organización puede actuar en varios niveles: si se da más importancia a los bienes externos que a los internos, entonces se dice que esa organización actúa de manera irresponsable; por ejemplo, busca vender sus productos sin ofrecer la calidad ni las garantías necesarias para su aprovechamientno, en otras palabras, busca hacer sólo dinero.
Por otro lado, las empresas a veces solamente actúan con obligación social, es decir, cumpliendo sólo con las normas impuestas por el Estado, siendo que las normas a veces no son suficientes para realizar acciones responsables.
Las empresas pueden tomar varios tipos de decisiones que coinciden con estos niveles y destaca que la mejor decisión que puede tomar una empresa es la proactiva. Es aquí cuando encontramos el enlace con la ética, ya que las organizaciones preactivas se anticipan a las demandas con la sociedad, ven más allá y actúan ofreciendo calidad y confianza, invirtiendo recursos en sus bienes internos. Las utilidades son un resultado necesario debido a que la sociedad legitima este tipo de organizaciones, confía en ellas y consume sus productos. La ética familiar es un atributo clave de la identidad de la empresa, esto implica que las políticas corporativas deben ser coherentes con los valores humanos.
No se puede garantizar que una empresa ética sea más rentable, pero sí es seguro que una empresa ética está más preparada para responder a los retos futuros y para perdurar en el tiempo con éxito, puesto que el concepto moderno de empresa ha de incluir necesariamente cuestiones éticas. Según Adela Cortina, “uno de los factores más importantes de innovación permanente en las empresas modernas es la propia ética”. La gestión ética de las empresas modernas se ha convertido en algo fundamental en nuestra sociedad para hacer que el proyecto empresarial perdure en el largo plazo. Los ciudadanos, los clientes y la sociedad en general están demandando a las empresas que se comporten de forma transparente, que se comprometan con el desarrollo de sus entornos, que sean honestas, coherentes y responsables. Todo esto son demandas éticas de la sociedad a sus empresas, y éstas tendrán que asumirlas si quieren seguir manteniéndose en el mercado.
El sector económico, que proporciona la riqueza, debe actuar en forma ética, puesto que las empresas éticas, en el contexto de la globalización, son las que pueden resistir a la volatilidad e incertidumbre de los mercados. Cabe señalar que un código de ética propiamente dicho, no necesariamente debe estar escrito y a la vista de todos, basta con que esté incorporado en las actuaciones, conductas y comportamientos de las personas, porque es preferible que no se tenga un listado de comportamientos o un código de ética propiamente dicho, a que se tenga y no se respete.
Ética y Responsabilidad Social en Organizaciones Educativas.
El comportamiento ético en una organización educativa no puede circunscribirse exclusivamente al ámbito de la oratoria en auditorios, aulas, laboratorios o talleres relacionados con el tema, lo ideal es que se debe mantener una convivencia donde permanezcan los sentimientos de solidaridad, amistad, compañerismo, igualdad y todos aquellos comportamientos que favorezcan el compromiso y que propicien el diálogo.
Las instituciones educativas son el ambiente más propicio y adecuado, después del seno familiar, donde se deben promover el respeto entre los compañeros, el respeto a la diversidad, la importante práctica de la tolerancia y el desarrollo de espacios para el diálogo para la resolución de los conflictos, que como ya se sabe son producto de las interacciones humanas cotidianas. Además el recinto de las organizaciones educativas debe ser el lugar donde alumnos y profesores deben dar muestras de comportamientos éticos y morales, ya que en estos tiempos, a los jóvenes, se les hace difícil encontrar buenos ejemplos de comportamiento y conductas éticas, si consideramos la presión de los medios de comunicación, la corrupción mostrada por los gobernantes de turno, “ídolos” creados de la noche a la mañana en artistas jóvenes promocionando antivalores a través de actuaciones y canciones de moda.
Según palabras de Fernando Savater “educar es en sí misa una labor ética”, por lo que las instituciones educativas desempeñan un papel determinante en la formación de individuos capaces de integrarse y contribuir al desarrollo social y tecnológico del país, por lo que es importante que la educación sea vista como un elemento dentro de todo un sistema de políticas de estado encaminadas a mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de sus miembros.
En relación a la responsabilidad social, es tarea de la educación superior la formación de individuos críticos, con un nivel de desarrollo humanístico que le permitan comprometerse con sus semejantes, contribuir al logro de sus objetivos, tratar de mejorar la situación de los débiles o marginados y entender, que la formación de un mundo más digno y más humano, es responsabilidad que debemos compartir todos los seres humanos.
Asimismo, a raíz de la promulgación de la Ley de Servicio Comunitario de Educación Superior y las políticas de masificación, la construcción de ciudadanía y la corresponsabilidad de las organizaciones educativas, está presente en todos los ámbitos, aportando soluciones, transformando, educando, integrando, aportando ideas, haciendo críticas, en fin, asumiendo la responsabilidad que le compete en la construcción de la patria.
Para finalizar, es bueno recordar que todo esto no puede ser tarea únicamente de la educación superior, el estado también debe modelar ese comportamiento, las organizaciones públicas y privadas también deben asumir un compromiso serio con un nuevo proyecto de sociedad y las familias deben conformar modelos en pequeña escala de la sociedad que todos queremos.
CONSIDERACIONES FINALES
Las acciones de una empresa deben orientarse a responder socialmente con las comunidades de su entorno, ya por razones de ética o por razones de permanencia en el tiempo y en el recuerdo de sus clientes.
Una empresa de hoy en día causa más impacto en su comunidad si en los planes estratégicos de su directiva está la responsabilidad social como lineamiento permanente, más allá de los donativos que realice para hacer una descarga en su pago al impuesto sobre la renta o cuando la comunidad solicite alguna dádiva especial. Una empresa socialmente responsable es a su vez una empresa que actúa bajo el concepto de la ética social, puesto que busca no solamente ganar la fidelización de los consumidores y ventas superiores a sus competidores, sino también el bienestar, el aprecio, el reconocimiento de la comunidad de la cual se ha servido puesto que esta misma empresa utiliza sus espacios naturales y obtiene de la comunidad el activo más importante en este momento que es el capital humano.
En relación a las organizaciones de educación superior, en los últimos tiempos se han ido incorporando a cumplir con las comunidades responsablemente a través de la formación de estudiantes críticos, sensibilizados ante la problemática social y participativos, a través de su actuación en trabajos comunitarios donde conocen, mucho más directamente, de la problemática actual de las comunidades más necesitadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. República Bolivariana de Venezuela.
Cortina, Adela. (1994). La Ética de las Profesiones. Editorial Verbo Divino. Pamplona-España.
Chozas M., Agustín. Desde la ética normativa a la ética de las profesiones. Una aproximación a la moral profesional de los docentes. Documento en línea.
Guédez Víctor. (2006). Ética y práctica de la responsabilidad social empresarial. Editorial Planeta. Caracas-Venezuela.

miércoles, 9 de julio de 2008

LA APERTURA AL CAMBIO A TRAVÉS DE LA REESTRUCTURACIÓN DE EMPRESAS

Lic. Berroterán Rosario
Lic. Guevara Liliana
Lic. Palacios Leonor

RESUMEN

Las organizaciones necesitan evolucionar en función de la sociedad en la cual se encuentran inmersas. Esta necesidad de innovarse de acuerdo a las tendencias que marcan pautas en el competitivo mundo empresarial, es la que lleva a la aplicación de la reestructuración, en la cual se modifica la estructura de una empresa, viéndose como un todo y no de forma parcelada. En este artículo se dará a conocer la reestructuración como estrategia de cambio donde la premisa es la revisión exhaustiva de un modelo gerencial aplicado, que amerita modificaciones, a fin de propiciar reajustes para optimizar los esquemas de trabajo utilizados. Al hablar de reestructuración hay que pensar en un proceso planificado ya sea en el sector privado o en el sector público; las organizaciones deben ser rediseñadas en función de un diseño consciente, que conlleve objetivos claros, sabiendo que cada organización tiene características propias, ya que ella implica ajustes no sólo en la estructura organizativa sino también en los procesos de trabajo, en la repercusión a nivel presupuestario, en su talento humano, etc. Un proyecto de tal envergadura debe asumirse de acuerdo a los lineamientos establecidos en las leyes, la metodología de trabajo y el profesionalismo de los responsables de llevarlo a cabo que permitirán el éxito o el fracaso del mismo.

Palabras claves: Filosofía de gestión, reestructuración, organización, estructura organizativa.

ABSTRACT

Organizations need to evolve according to the society in which they are immersed. This need to innovate according to the trends that make patterns in the competitive business world, is leading to the implementation of the restructuring, which modifies the structure of a company, being as a whole rather than parceled. This article will announce the restructuring as a strategy for change where the premise is the exhaustive review of a managerial model applied, that warrants changes in order to facilitate adjustments to optimize the schemes of work. Speaking of restructuring we must think of a planned process either in the private sector or the public sector; organizations must be redesigned according to a conscious design, which entails clear objectives, knowing that each organization has its own characteristics, because It involves not only adjustments in the organizational structure but also in work processes, the impact on budget level, in its human talent, and so on. A project of this magnitude must be assumed according to the guidelines established in law, methodology of work and professionalism of those responsible for carrying it out to allow the success or failure of it.

Key Words: restructuring, organization, structure.

INTRODUCCIÓN

Las sociedades cambian, no se consideran estáticas, por lo tanto las organizaciones también en mayor o menor magnitud se ven afectadas por el llamado de nuevas tecnologías y avances en todo lo que representa sus sistemas de trabajo, aquellas empresas que ignoren lo que se impone en este mundo globalizado están llamadas al fracaso inminente, por cuanto su durabilidad o permanencia en el mercado tendrá fecha de vencimiento.

La reestructuración de empresas implica una serie de procesos, dependiendo tanto del país como de las leyes que rigen al mismo en esta materia, tanto sus recursos humanos y la estructura organizativa. Cuando una organización decide llevar a cabo un proceso como este, es porque se ha llegado a una serie de análisis que sostienen la idea de la supervivencia para la institución que la aplica, entendiéndose esto como una búsqueda de adaptabilidad a la sociedad en la que se encuentra inmersa.

Un proyecto de reestructuración es complejo y requiere de toda la experiencia posible en proyectos similares, requiere de metodología actualizada, así como un tratamiento profesional especializado, además es un proceso de transformación integral que se cumple en una organización sea de índole privado o público, con el interés de ajustar su estructura y procesos basándose en una misión y visión emplazada a incrementar los niveles de eficiencia, eficacia y efectividad.

PLAN DE REESTRUCTURACIÓN: ADMINISTRACIÓN PÚBLICA VS. ADMINISTRACIÓN PRIVADA

Reestructurar, según el Diccionario de la Real Academia Española significa “modificar la estructura de una obra, disposición, empresa, proyecto, organización, etc.” Cuando se habla de reestructuración de empresas, se debe tener claridad hacia donde se dirige, en primer lugar, precisar hacia donde lleva este concepto, sus implicaciones tanto laborales como sociales, cómo debe plantearse dentro de la empresa por el impacto que puede causar cuando se hace inminente su aplicación.

En la actualidad las organizaciones buscan sin descanso algunas estrategias que les permitan aumentar su capacidad competitiva. Lo que pretende la gerencia moderna es adecuar a las organizaciones para su adaptación a las transformaciones del entorno.

En las empresas privadas, los procesos de reestructuración se realizan con menores complejidades y choques a lo contrario de lo que ocurre en la empresas del Estado u organismos públicos, en mucho de los casos se realizan procesos de reorganización más que de reestructuración, es decir se plantea una nueva forma de organizar lo ya existente, al menos que cambie la administración que la hacía operativa y se haga un cambio radical o de raíz. En cambio en la organizaciones públicas el contexto es más político (CLAD 1991), los juegos de poder, de influencia, la negociación de intereses, son parte esencial del ambiente en el cual se opera, sea cualquiera su tipo específico. Otra característica de peso, es el hecho que el sector privado es menos heterogéneo en lo que se refiere a la diversidad de organizaciones que forman parte del mismo. En efecto, en el sector público, además de organizaciones que también podemos encontrar en el sector privado (como empresas de producción, organizaciones educativas, institutos de investigación) tenemos un amplio conjunto de organizaciones que le son específicos (ministerios, órganos legislativos y judiciales, fuerzas armadas, etc.). En el sector público se presenta una necesidad de coordinación interinstitucional que no es característica del sector privado. Por su naturaleza el sector público está mucho más abierto a la opinión pública que el sector privado. El sector público está mucho más reglamentado, normalizado, definido por leyes, reglamentos y disposiciones normativas que el sector privado y esto influye de manera certera al momento de plantearse una reestructuración. En el sector privado disponen de un mayor grado de libertad para introducir cambios organizativos que en el público, por cuanto este tiene más condicionamientos y el querer realizar cambios implica que muchas veces deba ser negociado, justificado, tramitado, autorizado, hasta límites que sólo explican quienes lo han intentado. Los mecanismos de obtención y administración de recursos financieros tienen una complejidad reglamentaria y de procedimiento que contrasta con la agilidad que prevalece en el sector privado. La formulación y administración de las partidas, los controles previos o posteriores de las erogaciones, la necesidad de autorizaciones de diverso tipo, hacen que la gestión de reestructurar tenga una gran complejidad.

Ferran, Anglés (2005) plantea “si se trata de una organización pública que están aplicando un plan de reestructuración, no sólo debe llevarse hacia herramientas de orden estratégico sino que es necesario mantener la razón de ser de la institución, además abordar procedimientos que guíen la conducta del trabajador para que exista el progreso y a la vez este proceso de reestructuración pueda contar con el apoyo del público”. Por otro lado Gostick y Elton (2007) escriben “cuando el empleado es reconocido, se siente con ganas de hacer lo que sea por la empresa, si en un proceso de reestructuración se involucra a toda una organización, que se sienta parte de ese plan, pensarán en ganar-ganar y brindarán un verdadero esfuerzo de colaboración por el mejor resultado”.

Nueva Tecnología Consultores (2007) explica que la administración pública enfrenta un entorno organizacional altamente complejo frente al cual debe balancear los objetivos políticos con los objetivos gerenciales, los cuales no siempre van en la misma dirección, ni tienen el mismo grupo de premisas, valores o prioridades. La infraestructura de la administración pública está diseñada para alcanzar los objetivos de las políticas de Estado: en general esa infraestructura es rígida a los cambios y ajustes, pues se ha ido quitando flexibilidad en la medida que fue pasando el tiempo. Qué ocurre cuando la estructura ya no está preparada para apoyar el nuevo rumbo de la política con adiciones menores y los objetivos políticos (los nuevos) ya no coinciden con los objetivos gerenciales, que eran aquellos para los cuales fue diseñada originalmente la organización.

Los cambios se profundizan, se busca un reentrenamiento, se pretende cambiar la ingeniería de los procesos, la cual debería dar paso a nuevos esquemas organizacionales que impulsen el ajuste en el marco referencial/normativo. Y por tratarse de la administración pública (la cual es un negocio altamente digitalizable) se puede aprovechar la ventana de oportunidad para producir cambios impulsados por la tecnología que desemboquen en cambios en la tecnología.

En el manejo del Estado, la tecnología de información “es” el negocio. Y esto debe entenderlo la gerencia pública de forma tal que pueda internalizar, en perspectiva, conceptos tales como cogestión, calidad de servicio, cliente, uso eficiente del tiempo y eficacia, entre otros tales como ética en el trabajo y honradez: La transformación debe comenzar por la mentalidad del gerente público

En el caso de los cambios inducidos desde la gerencia, como primer paso, se cambia la cúpula del organismo, la cual tiene el mandato de reestructurar (cambiar la organización y los procesos), pero al mismo tiempo tiene objetivos que cumplir, para los cuales la organización aun no está preparada para lograr; y el tiempo necesario para cambiar la organización es mas largo que el requerido para lograr los objetivos políticos.

En cuanto a los cargos, no hay que olvidar que fueron diseñados en una época en la cual la tecnología no ayudaba: hoy hay que basarse en la tecnología si se quiere dar servicio. Y los sindicatos deben comprenderlo y participar; de hecho son parte activa de la vida institucional. Pero su actuación debe ser despartidizada, representativa y orientada al servicio. Pero claro, las transiciones en el campo de la gerencia tienen tiempos finitos para lograr el éxito; si esos tiempos se alargan se puede entrar en un proceso que puede conducir a la anarquía.

En el caso de los cambios inducidos desde la gerencia, como primer paso, se cambia la cúpula del organismo, la cual tiene el mandato de reestructurar (cambiar la organización y los procesos), pero al mismo tiempo tiene objetivos que cumplir, para los cuales la organización aun no está preparada para lograr; y el tiempo necesario para cambiar la organización es mas largo que el requerido para lograr los objetivos políticos.

Entonces se crea una organización paralela basada en el manejo centralizado la cual por una parte trata de infiltrar a la organización formal para cambiarla por la vía del mensaje y la imitación en el cumplimiento de objetivos, y por la otra abandona el proceso de reestructuración formal, generando un efecto “correr la arruga” que mas temprano que tarde le causará daños profundos al proceso de cambio; en la propia dependencia en particular, y al proceso de cambio en general. Esto tiene que ver con la presión para lograr objetivos políticos cuando no coinciden “estrictamente” con los objetivos para los cuales fue diseñada la organización. La cogestión es una vía que ha comenzado a abrirse y que puede resultar en la manera más sólida de lograr la reestructuración de la administración publica, obteniendo simultáneamente el compromiso de los trabajadores, el ataque a la corrupción, la mejora del servicio y la alineación de los objetivos logrables en un ambiente de baja burocracia.

REESTRUCTURACIÓN EN ORGANISMOS QUE INTEGRAN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

En Venezuela actualmente se están llevando a cabo en muchos organismos de la Administración Pública procesos de reestructuración, que van hacia la búsqueda de hacer más dinámicas, flexibles, eficaces y operativas estas instituciones. Para que este proceso sea efectivo deben regirse por los lineamientos y pautas que dicta el Ministerio del Poder Popular para Planificación y Desarrollo, quien es el ente encargado y regulador de las políticas de planificación y desarrollo institucional.

Entre los lineamientos que establecen este ministerio para realizar las acciones administrativas y organizativas de un proceso de reestructuración están los cambios y revisión de los siguientes componentes de la organización:

  • La Filosofía de Gestión
  • Los Procesos Fundamentales cónsonos con la Filosofía de Gestión y los Procesos de Apoyo a los Procesos Fundamentales.
  • La Estructura Organizativa apropiada para garantizar la ejecución de los procesos y el flujo de información.
  • El registro de Asignación de Cargos y perfiles del personal que deberá ejecutar las actividades definidas en los Procesos.
  • La infraestructura y dotación de espacio para atender las necesidades de la Institución y público en general.
  • La ley que soporte los procesos, la estructura organizativa y la prestación del servicio.
  • La estrategia para establecer el Comportamiento Organizacional que garantice la ejecución de la Reestructuración y de los procesos.
  • El presupuesto plurianual estimado para la ejecución de la Reestructuración en los próximos años.

CONDICIONANTES DE TODO PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Un proceso de reestructuración implica, por lo tanto, la introducción de cambios en todos y cada uno de los componentes de una organización: filosofía de gestión, productos institucionales, procesos clave, estructura organizativa, personal, sistemas y procedimientos, entre otros.

Condicionantes de todo Proceso de Reestructuración:

Todo proceso de reestructuración deberá satisfacer las siguientes condiciones:

Integralidad: La reestructuración es un proceso multidimensional por lo que debe abordar desde diferentes ópticas y perspectivas cada uno de los elementos constituyentes de la organización, así como, las relaciones entre los mismos.

Globalidad: Además de responder de manera pertinente a las demandas especificas del sector de actividad al cual pertenezca el organismo; deberá tomar en consideración las condiciones y tendencias prevaleciente tanto en el contexto nacional como internacional.

Legalidad: Ajustarse al ordenamiento jurídico vigente. Detectar, proponer y gestionar la incorporación y modificación de algunas disposiciones jurídicas que impidan la real adecuación del organismo a las demandas del entorno.

Gradualidad: La reestructuración debe responder a un proyecto planificado, en el cual se identifiquen claramente las fases y actividades que permitirán administrar y evaluar de forma gradual y sistemática la introducción de los cambios previstos.

Viabilidad: La planificación del proceso de reestructuración debe hacerse en función de la disponibilidad real de todos los recursos necesarios y suficientes que garanticen la continuidad de las operaciones.

Interactividad: Participación de actores y agentes que son estratégicos para garantizar la introducción de cambios trascendentes en el organismo. Así como el establecimiento de relaciones interinstitucionales.

Transparencia: Comunicación interna y externa sobre los avances y resultados del proceso de reestructuración que se considere asertiva.

Compromiso: Especial énfasis en el compromiso de las Máximas Autoridades Jerárquicas para obtener el éxito de la reestructuración. Así como de los niveles gerenciales, operativos, administrativos y de apoyo para lograr el impulso, la motorización y consolidación de los cambios.

Concertación: Sincronizar, armonizar y equilibrar los aspectos técnicos y gerenciales con los aspectos políticos del Sector Público, de tal manera que se garantice el cumplimiento de la misión. En un proceso de reestructuración es de vital importancia la concertación con todos los actores involucrados a fin de conciliar aspectos inherentes a la racionalidad gerencial y a la racionalidad política característica del sector público.

Continuidad: Esfuerzo sistemático, continuado y perseverante en la ejecución del proceso de reestructuración, en el monitoreo permanente una vez establecida y la evaluación continua que conduzca al mantenimiento y mejoramiento de la organización para el cumplimiento de su misión.

LINEAMIENTOS GENERALES PARA LOS PROYECTOS DE REESTRUCTURACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

1. Los proyectos de reestructuración de los organismos que integran la administración pública nacional central y descentralizada deberán contemplar los lineamientos y prioridades generales establecidas en las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013.

2. Todo proyecto de reestructuración deberá ser diseñado en concordancia con las estrategias adoptadas por el Estado venezolano en materia de readecuación de su estructura y funcionamiento.

3. Todo organismo de la administración pública deberá someter a la consideración y aprobación del Consejo de Ministros el inicio del proceso, el informe o programa contentivo de la propuesta y el informe final una vez instrumentada la misma

4. Todo proyecto de reestructuración deberá ser sometido a la consideración y aprobación del Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo.

5. Todo organismo de la administración pública durante el desarrollo de su proceso de reestructuración, podrá contar con la asesoría y apoyo del personal técnico del Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo si así lo solicitara formalmente el organismo.

6. Todo organismo de la administración pública al cual le sea aprobado en Proyecto de Reestructuración por parte de las instancias pertinentes, deberá obligatoriamente instrumentarlo Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo solo aprobará ajustes puntuales en base a la última estructura organizativa aprobada. Igualmente, bajo ningún caso este Ministerio considerará procedente proyectos o ajustes cuyo contenido hagan retornar a la institución de que se trate, a esquemas organizativos superados o considerados como no procedentes en anteriores oportunidades.

FASES PARA EL DESARROLLO DE UN PROYECTO DE REESTRUCTURACIÓN

Fase I “Decisional”: En esta fase se gestan todas las condiciones necesarias que permitan a la alta gerencia tomar la decisión de someter al organismo al proceso de reestructuración, determinar su direccionalidad mediante la elaboración de un Plan y asumir el liderazgo del mismo.

Fase II “Diagnóstico”: En esta fase se procederá a examinar de manera integral la situación actual en la cual se encuentra la organización, determinando la distancia entre el desempeño real y el desempeño deseable. Es de vital importancia la determinación de las oportunidades, amenazas, debilidades y fortalezas de la organización.

Fase III “Diseño”: En esta fase se procederá al diseño de la nueva organización considerando todos y cada uno de sus elementos en perfecta concordancia con los resultados obtenidos en la fase de diagnóstico. Se debe tomar en cuenta los criterios del diseño, las opciones organizativas, los escenarios para llevarla a cabo, que estos sean viables y pensar en la parte presupuestaria que conlleva la misma.

Fase IV “Convalidación de la Propuesta”: En esta fase el propósito fundamental es someter a un proceso de validación ante las instancias pertinentes la propuesta de reestructuración, si al momento de validar se hacen observaciones estas se tomarán en cuenta con carácter obligatorio por parte del organismo que realiza la reestructuración.

Fase V “Instrumentación”: En esta fase los organismos procederán a implantar o instrumentar la propuesta de reestructuración aprobada por las instancias pertinentes. Se debe ajustar la organización a la estrategia, ejecutar los planes y programas y realizar un seguimiento y control.

PROPUESTA PARA UN PROYECTO DE REESTRUCTURACIÓN EN UN MODELO DE GESTIÓN INSTITUCIONAL EN UN ORGANISMO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Para Ramírez, Luís (2008) al momento de asumir un proyecto de reestructuración en un modelo de gestión institucional se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:

1. Instaurar estructuras horizontales, con el mínimo de niveles jerárquicos.

Independientemente de la forma de organización que la institución adopte, así como la nomenclatura de las unidades administrativas que se quieran establecer, internacionalmente se están promoviendo estructuras más horizontales y flexibles, que eliminen las rigideces de las jerarquías tradicionales. Estas tienden a ser más ágiles en la toma de decisiones, ya que existe una mayor cercanía entre el nivel superior y el nivel de ejecución u operativo y por ende se tiene más información en el momento oportuno. En estas estructuras planas se identifica mejor las responsabilidades de las diferentes unidades, lo cual hace que los encargados de las mismas se preocupen más por las posibles consecuencias de sus actuaciones, debido a que el que toma decisiones está más cerca de las situaciones que ameriten su intervención.

2. Proporcionalidad entre funcionarios administrativos vs. Sustantivos así como entre sede central y las regiones descentralizadas:

Toda organización debe guardar congruencia y gradualidad en la distribución de los recursos humanos, tanto en su estructura de apoyo logístico hacia las áreas sustantivas, como en las regiones descentralizadas con respecto a sus sedes centrales. Concretamente después de un proceso de reestructuración, la nueva estructura presupuestaria deberá reflejar un equilibrio entre el apoyo logístico y las funciones sustantivas de manera que la nueva asignación de recursos permita fortalecer aquellas áreas de trabajo que son estratégicas e imprescindibles para el país

3. Definición de áreas estratégicas:

La definición de áreas estratégicas con proyección a futuro, corresponde a una labor de suma relevancia y por esta razón desde el diseño de la estructura organizacional deben ser contempladas y darles una atención especializada asegurándose que van a tener siempre un lugar en la estructura que facilite el logro de los objetivos de la institución.

4. Eliminar duplicidades institucionales e interinstitucionales:

Se debe asegurar la eliminación de competencias múltiples, que duplican con otras instituciones del sector gubernamental y en lo interno también garantizar que las unidades no coincidan en las labores con otras.

5. Orientación de la organización hacia el mejoramiento de los servicios:

La primera consideración de fondo de la reorganización institucional se debe orientar a los objetivos del proceso, para lo cual se debe tomar en cuenta la relación existente entre la razón de ser de la institución, los servicios que presta la institución, la vinculación de los mismos con el usuario, el tipo de usuario, los requisitos que debe cumplir el usuario para el acceso a los mismos y el costo-eficiencia en la prestación del servicio.

6. Estructuras con orientación hacia los procesos y no hacia las funciones:

Las unidades administrativas cambian de unidades delimitadas por tareas a unidades de proceso, con equipos de trabajo responsables colectivamente de los resultados del mismo, compartiendo la responsabilidad del rendimiento del proceso total y no sólo de una parte de él. Al ser todos los miembros del equipo multifuncionales, tienen al menos algún conocimiento básico de todos los pasos del proceso y estarán en capacidad de rotación para cumplir con todas las etapas del mismo, aunque falten algunos de sus integrantes, evitando que el proceso se detenga.

7. Reducción de jefaturas:

La disminución de los niveles jerárquicos trae consigo la eliminación de instancias de control innecesarias y la reducción en forma significativa del número de jefatura de la institución, de la misma forma disminuyen los costos asociados a la administración formal. Se requiere también establecer un mecanismo salarial que permita ofrecerle al personal, incentivos suficientes para que no busquen una jefatura como único recurso para mejorar su situación salarial.

8. No subdivisión de las unidades asesoras:

Las unidades asesoras por su naturaleza, deben constituir una sola unidad, sin subdivisiones internas, conformadas por profesionales multifuncionales e interdisciplinarios muy calificados que desarrollen un trabajo conjunto y que cumplan funciones de apoyo directo, tanto del nivel superior como a todo la organización.

9. Desconcentración hacia las regiones:

En el ámbito mundial, se promueve eliminar la excesiva centralización del aparato público, trasladando el ejercicio de las competencias atribuidas a la institución hacia unidades administrativas (regiones) que asuman el papel protagónico que les corresponde en la búsqueda del desarrollo regional y nacional. También hay que tener en cuenta la participación de las comunidades en el control y gestión de los servicios, como mecanismo que debe lograr una síntesis entre democracia y eficiencia.

10. Estandarización del modelo organizacional en cada institución.

Existen estructuras organizacionales con características muy variadas entre sí, tanto en cuanto a sus niveles jerárquicos como en la forma de organizar el trabajo y dentro de una misma organización se encuentran rangos que van desde gerencias, subgerencias, direcciones superiores, direcciones, divisiones, departamentos, secciones, oficinas y unidades, cuyos límites de acción entre uno y otro deben estar claramente identificados, por lo que se hace necesario elaborar un plan que permita que las unidades logren estandarizar su forma y funcionamiento, con el propósito de que toda la organización tenga una estructura eficiente, con un menor costo y orientada a los productos.

11. Promover un cambio que integre estrategia, estructura y cultura.

Estos son los tres pilares e interacciones mutuas sobre los que hay que trabajar para generar instituciones flexibles con posibilidades de responder a un contexto tan cambiante como el actual. Una organización moderna orientada por los principales procesos que desarrolla no puede permitir que se personifiquen algunas de sus áreas, o que se lleguen a convertir en un fin en sí mismas; por el contrario todas las áreas de la institución deben estar orientadas a las actividades sustantivas de ésta, con el fin último de ofrecer a sus clientes productos o servicios de calidad. Por lo tanto debe promover un cambio cultural dirigido especialmente hacia algunas jefaturas, y a la vez en forma general, a todo el personal con el propósito de que acepte esta nueva forma de organización y realizar las labores de capacitación correspondientes.

EL CAPITAL HUMANO DENTRO DE UN PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN

La situación del capital humano en las organizaciones que atraviesan un proceso de reestructuración es un tema de especial interés, pues resulta evidente que al iniciarse un proceso de este tipo, el objetivo más claro se centra en identificar a las personas que cuentan con determinadas competencias para dar respuestas a los procesos productivos y/o administrativos.

Se trata de identificar qué tipo de personas son necesarias en los procesos claves o de apoyo. El factor humano de las organizaciones es muy complejo y dinámico, las personas son la razón de ser de las organizaciones la cual constituyen una de sus principales ventajas competitivas que hacen la importancia de la gestión del talento humano, y la misma deberá ser concebida como el punto de apoyo a los demás procesos de la organización e iniciar a partir del análisis de puestos de trabajo la definición del perfil de la persona requerido en cada uno de ellos; así como la forma de captarlo, familiarizarlo con los procesos, capacitarlo y mantenerlo, a fin de garantizar la calidad del personal dentro de los puestos de trabajo y por ende dentro de la organización según lo plantea Infante, Cora (2006).

Hoy en día se aspira que las organizaciones sean lugares de trabajo con calidad de vida, que no sean simples lugares para trabajar, sino cuerpos sociales de los cuales se forma parte. Actualmente las organizaciones tienen que construirse en torno de nuevos valores y deben rediseñarse para que puedan propiciar relaciones de trabajo distintas.

Para Valverde, Antonio (2006), al llevar a cabo un proceso de reestructuración, éste va a incidir en diversas proporciones en los recursos humanos que la componen, ya que puede llevar a despedir o trasladar empleados, así como la reducción del personal excedente por disminución o eliminación de un área de trabajo. Lo anteriormente explicado lleva a hacer referencia sobre el temor que sienten los empleados de cualquier organización cuando sale a relucir en reuniones de trabajo que su empresa será objeto de una reestructuración. Cuando se ejecuta la misma es porque es inminente su necesidad y por ello es importante que los involucrados preparen a todos los que componen a dicha organización para el cambio, si esto no sucede saltan a la palestra los llamados saboteadores internos explicado por Münchhausen M. y Scherer H. (2007) quienes señalan como desde altos directivos hasta el personal de más bajo rango obstaculizan todo aquello que propicie un cambio, ellos están allí de inmediato para actuar y poner trabas posible, no sin antes demostrar lo poderoso que son y como influyen en los demás causando serios problemas organizacionales.

Debido a que determinadas reestructuraciones de empresas tienen especial repercusión en la plantilla de su personal, puede haber casos donde se lleven a cabo con el menor impacto posible, por ello es importante que en este proceso se involucre desde un primer momento a sus protagonistas inmediatos: los trabajadores. En el marco jurídico deben revisarse todos los apartados, leyes, decretos existentes en la materia, para que no surjan demandas o rechazo posteriores por parte de organismos responsables de avalar o dar el visto bueno, así como el cuidado que debe tenerse ante una demanda por daños a terceros o incumplimientos de contratos establecidos. Un proceso como este implica muchos principios de ética y equidad social, ya que no solo consiste en redefinir un modelo organizacional y cultural que gestiona una institución, sino en trastocar el comportamiento de los individuos, sus relaciones de trabajo y su mundo laboral como tal, ya que la rutinas laborales se hacen costumbres y éstas a su vez son difíciles de eliminar por más innovador que se presente un proyecto de reestructuración con visión de siglo XXI.

CONCLUSIONES

En los tiempos actuales la reestructuración en la administración pública obedece a los lineamientos dictados por el ejecutivo nacional, donde los organismos deben organizarse de acuerdo a las nuevas exigencias del entorno para que cumplan con los procesos tecnológicos, políticos, culturales, sociales, entre otros.

Es importante destacar, que el movimiento de modernización de la administración pública que se adelanta en la actualidad en varios organismos no es unívoco. Por una parte, la tendencia es creciente a renovar tanto las estrategias y como las metodologías, colocando el énfasis en el incremento y mejora de la calidad de los servicios que constituyen la esencia del esfuerzo modernizador de la gestión pública, ya que los mismos depende en gran medida de la calidad de vida y el bienestar de la mayoría de la población y de las prestaciones públicas y/o en el perfeccionamiento de los mecanismos de formulación y evaluación de las políticas públicas. De otra parte, han centrado sus esfuerzos de modernización en redimensionamiento de la administración pública en el marco de las políticas de reducción del gasto público, aunque concediendo también una importancia significativa a la revalorización del personal público en particular de los niveles gerenciales y a la introducción de modernas tecnologías de gestión.

Es obvio, en cualquier caso, que la orientación política que se le imprima a la modernización de la administración pública está ligada a la propia concepción que se sustente sobre los contenidos que deben regir la reforma del Estado, sobre todo cuando ésta aparece como el marco de aquella o bien cuando la reforma administrativa pretende constituirse en el impulso de un movimiento de transformaciones globales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo. CLAD (1991)

Guía Básica para Reorganizar

Guía Documental de Ampliación sobre la Temática del Cambio Organizacional.

Serie temas de Coyuntura en Gestión Pública

Diccionario de la Real Academia Española.

Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo Dirección General Sectorial de Desarrollo Institucional y Descentralización,. (1997). Guía para el Desarrollo de los Procesos de Reestructuración de los Organismos que integran la Administración Pública.

Ferran T., Anglés (2005). El código de Ética Normas Básicas para su

Diseño en la Administración Pública. Ediciones Gestión 2000, Barcelona, España.

Gostick, Adrian y Elton Chester. (2007). El Empleado Invisible, Una Guía para descubrir el potencial oculto de cada empleado. Ediciones Gestión 2000. Barcelona, España.

Infante, Cora E. (2006). Manual de Gestión de Recursos Humanos. Fondos

Editorial UNET, Edo. Táchira, Venezuela.

Maunchhausen, M y Scherer H. (2007). Manual del Pequeño Saboteador.

Cómo manejar a los enemigos internos a la empresa. Ediciones Gestión 2000. Barcelona, España.

NTN. Nueva Tecnología de Negocios, Consultores Gerenciales. (2007)

Artículo, Reorganizar la Administración Pública: Una Tarea Inmediata. El Nacional.

Ramírez, Luís. (2008). Papel de Trabajo de un Modelo de Gestión Institucional en el Marco del Proyecto de Reestructuración del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores.

Valverde, Antonio. (2006). Ponencia sobre Reestructuración de Empresa y Protección Social.

lunes, 7 de julio de 2008

La Ética Ambiental dentro de las Organizaciones Empresariales

La Ética Ambiental dentro de las Organizaciones Empresariales
Lic. Alba Yanes 1
Lic. Joismig Lares 2


RESUMEN



Con este trabajo las autoras buscan evaluar las disposiciones en materia ética ambiental que han regido a las organizaciones empresariales a nivel mundial y nacional; estudiando su desempeño e impacto ecológico.

Con el Modelo Económico Neoliberal implantado en todas las sociedades a nivel mundial, las organizaciones empresariales sólo buscaban su lucro a través del libre capitalismo y sin excesivas intervenciones regulatorias del estado. Para alcanzar tal fin, no se ponían en práctica políticas ambientales de prevención y desarrollo sustentable.

En la actualidad, la población científica, el mundo económico, los representantes políticos y las comunidades como tal; pueden apreciar el daño ambiental que se le ha ocasionado al planeta y todo esto como consecuencia de no manejar un código ético ambiental en las sociedades. Es cuando surge el Modelo Socialista que busca el bien colectivo e incluso la cooperación para detener la destrucción del ambiente.

En consecuencia, el objetivo de este documento es pasearnos por el escenario actual dentro de las empresas y apreciar su pasado y presente en pro al logro del máximo bienestar de la población y al sostenimiento del planeta, en interés de la humanidad.

1 Alba Yanes es Licenciada en Administración Mención Informática (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2007), Especialista Certificada en Desarrollo de Paginas Web (Ministerio de Ciencia y Tecnología e IBM 2005) y MSc. Postgrado en Gerencia del Talento Humano (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2008)

2 Joismig Lares es Licenciada en Administración Mención Recursos Materiales y Financieros (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2005), y participante activo del Postgrado en Gerencia del Talento Humano (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2008)

INTRODUCCION
En los últimos diez años de globalización y capitalismo a nivel mundial, se han producido resultados increíbles a nivel científico y tecnológico, pero éstos algunas veces son bastante desalentadores desde la perspectiva ambiental y cultural, debido a alcanzar altos niveles de degradación del ecosistema.

La Ecología, un término cotidiano para todos hoy en día; nos introduce en el estudio de la relación entre los seres vivos y su ambiente o de la distribución y abundancia de los seres vivos, y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente.

Este concepto nos muestra el criterio de que no habrá salud individual si no mantenemos saludable nuestro entorno, y que de poco servirá lo que hagamos por el bienestar de nuestros pueblos si esta acción no es acompañada del cuidado y conservación del medio ambiente y de la concientización a la sociedad en general de la situación existente.

A su vez el concepto de Bioética “es el estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizados a la luz de los valores y principios morales.” Sgreccia (1996) p.16.

La raíz conceptual del surgimiento de la bioética, se ve sustentada en la necesidad del científico siendo un ser humano de plantearse preguntas éticas, es decir, este se interroga sobre la relevancia moral de su existencia e intervención. La aplicación de cualquier conocimiento científico puede tener consecuencias imprevisibles para la humanidad aunque sólo sea concentrar el poder biotecnológico en manos de unos cuantos. Este es un fenómeno científico de mucha discusión actual, en el que el hombre ha dejado de ser solamente investigador y proveedor de respuestas existenciales; y ha pasado a ser forjador de valores sobre el carácter moral con el que abordar ciertos estudios y discernir en donde están los limites entre la ciencia y la conducta humana.

La Bioética, entonces, es una herramienta ética que a partir de la descripción de la situación, analiza racionalmente la licitud y validez de la intervención humana sobre su entorno.
Como seres pensantes no podemos negar, que hemos cambiado el medioambiente de manera radical en los últimos cincuenta años, al punto de poner en peligro la existencia de la vida sobre la tierra; y esto también ha pasado a ser motivo de preocupación ética.
Los problemas ambientales no son resultado del azar, son provocados por la intervención humana; en su afán de alcanzar el bienestar económico, científico, tecnológico, político, jurídico y social. Lo interesante aquí es la aparición de lo moral y ético, para lograr tomar conciencia de la catástrofe ambiental que esta más próxima de lo que cualquiera puede imaginar.
Otro termino interesante es el de desarrollo sostenible, el cual busca: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades” Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU (1987) Cáp. 2. .Esto se lograra definiendo proyectos viables y reconciliando los aspectos económicos, sociales, y ambientales de las actividades humanas; “tres pilares” que deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades y empresas.
En este orden de ideas el problema ambiental debe significar un desafió de vida para la humanidad, asumiéndolo con responsabilidad. La degradación ambiental no es sólo un problema que exige soluciones científico técnicas, también requiere del hombre una toma de conciencia y un cambio de actitud empresarial de todas las organizaciones.

Por lo anteriormente expuesto el sector económico esta siendo cada vez más llamado a la reflexión; obligado a implementar una nueva cultura económica mundial y buscando minimizar los daños ambientales derivados de la actividad de producción o transformación de la materia prima sin comprometer la participación empresarial en un mercado cada vez más competitivo y demandante de productos y servicios.
Para aportar soluciones a esta grave problemática, los gerentes dentro de las empresas deben lograr relacionar la Responsabilidad Ambiental Empresarial (RAC) con los objetivos primordiales de la organización en las que laboran. “Los desafíos globales asociados con la sustentabilidad pueden ayudar a identificar estrategias y prácticas que contribuyan a un mundo sustentable y, al mismo tiempo, crean valor para el accionista. Esto es lo que se llama “creación de valor sustentable” para la organización.” Narváez, Fernández y Revilla (2007).
Para lograr alcanzar estos objetivos se debe entender el concepto de desarrollo global sustentable, es un objetivo empresarial complejo que no puede ser alcanzado por una sola acción corporativa; sino por un colectivo económico que en conjunto empleen políticas eficientes para administrar sus recursos, disminuyendo el consumo injustificado de materias primas y reduciendo la contaminación y degradación del ambiente asociada al procesamiento de las mismas.
La oportunidad de crear un ambiente económico prospero, mientras simultáneamente se crea un mundo sustentable y resguardado; es una posibilidad viable que debe ser estudiada y explotada por todas las corporaciones a través de la RAC.
Introducción a la Ética Ambiental
“La aparición de nuevos problemas y amenazas en la naturaleza provocados por la acción del hombre ha terminado convirtiendo a esta rama de la ética en una de las que más atención acapara, tanto por la actualidad de los problemas que aborda, como por la urgencia de encontrar soluciones teóricas y prácticas a los retos planteados; la ética ambiental es como la reflexión racional y práctica sobre los problemas derivados de la relación del hombre con la naturaleza”. Martínez (2001) p.24. El autor discute el carácter actual y obligatorio en todo ámbito de la ética específicamente cuando discute temas ambientales, por lo que afirma:



1. En primer lugar, se debe subrayar que la ética ambiental implica claramente una redefinición de la ética. Tradicionalmente, la ética había venido ocupándose de valores y normas propias del ser humano. La pregunta por la felicidad o por la justicia estaba circunscrita a la acción del hombre, y a su relación con otros hombres. Pensar que en la naturaleza pueda haber valores morales o plantearse la posibilidad de establecer normas en la relación entre el hombre y el resto de seres vivos supera claramente los límites propios de la perspectiva ética tradicional. La ética anteriormente era un asunto humano claramente delimitado, y no podía concebirse que hubiera problemas morales derivados de nuestra relación con la naturaleza. Por tanto, y esta es una de las notas definitorias de la ética ambiental, el concepto mismo de ética, su objeto y muchos de sus conceptos tradicionales, deben ser repensados para amoldarse a las exigencias de los nuevos problemas planteados.
2. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, se replantea necesariamente el tipo de relación del ser humano con otros seres vivos, y con la naturaleza en general. Se redescubre así un nuevo espacio de calificación moral: los seres vivos, los ecosistemas, la naturaleza. La división tradicional entre el sujeto moral y el mundo comienza a derribarse, de manera que las acciones y decisiones de los seres humanos respecto a la naturaleza pueden comenzar a recibir una evaluación moral. Desde la aparición de la ética ambiental, la reflexión no se puede desarrollar de un modo aislado y conceptual, sino que es necesario fijarse en las relaciones entre el hombre y su medio. Los conceptos tradicionales de la moral necesitan adaptarse a las particularidades de la ética ambiental. (p.39).
El mismo también comenta del sentido moderno que debe darse a la Ética, apartándola de consideraciones morales pasadas en las que no se relacionaba la conducta humana con su medio ambiente; replanteando esta relación en la que ahora el hombre deja de ser el propósito de estudio de la ética y pasa a ser un componente del todo; siendo la base la interacción entre el hombre y su medio



Problemas Específicos de la Ética Ambiental
El mismo Autor en su afán de plantear esta situación considera tres problemas o temas sobre los que la ética ambiental debe discutir:
· Problemas Internacionales: Son aquellos que pueden surgir entre las relaciones de diferentes naciones; como lo son el efecto invernadero, el calentamiento del planeta, la lluvia ácida, el agujero de la capa de ozono, la deforestación, accidentes radiactivos, etc. Que pueden provocar éxodos o invasión de soberanías territoriales para buscar una solución.
· Problemas Intergeneracionales: Este surge cuando el bienestar o proceder de las generaciones presentes, pone en riesgo el futuro de generaciones futuras. El desarrollo tecnológico, científico, y económico en muchas ocasiones provoca daños ambientales que se verán reflejados en un futuro, incidiendo regenerativamente en la disponibilidad de recursos de próximas generaciones.
· Problemas Interespecíficos: Son aquellos conflictos que surgen entre el hombre y los animales con los que compartimos el mundo; es decir, problemas de la raza humana con seres vivos no humanos. El conflicto surge cuando la búsqueda de sobrevivencia del hombre atenta contra la vida animal y vegetal del planeta; la cuestión es asumir que especie es mas importante o todas debemos tener el mismo valor.
Generalidades de la Responsabilidad Ambiental Corporativa (RAC)
Continuando con la idea la Comisión de las Comunidades Europeas “Cada vez es mayor el numero de empresas que fomentan sus estrategias de responsabilidad ambiental en respuesta a diversas presiones sociales, medioambientales y económicas. Su objetivo es transmitir una señal a los interlocutores con los que interactúan: trabajadores, accionistas, inversores, consumidores, autoridades públicas y ONG. Al obrar así, las empresas invierten en su futuro, y esperan que el compromiso que han adoptado voluntariamente contribuya a incrementar su rentabilidad” (2001) p.3.
No es un secreto y la experiencia lo demuestra, que las empresas que adoptan prácticas de protección ambiental, a mediano y largo plazo, se vuelven mucho mas competitivas en mercados locales e internacionales, ya que el ámbito conservacionistas les regulas el uso de proceso y productos mas elaborados y refinados en su fabricación, así como un mayor respeto por las normas y constante búsqueda de innovación y modernización de sus labores; por ende el éxito de la organización a través de el desarrollo sustentable.
Inversión Ambientalmente Responsable

Al hablar de inversión ambientalmente responsable, las empresas buscan difundir el apoyo a la economía y sus mercados implementando prácticas de responsabilidad ambiental. Es aquella capaz de impulsar un desarrollo económico y financiero, considerando altos cánones éticos y medioambientales en sus políticas de inversión y manejo de recursos; generando así una mejora de la imagen empresarial de la organización y por ende un desarrollo sustentable.

En los inicios de la inversión ambientalmente sustentable, solo fue enfocada para tener un impacto netamente social, sin involucrar la concientización y manejo eficiente de los recursos ecológicos.

Sin embargo, posteriormente las empresas, concientizarón el gran valor agregado de esta inversión ambiental y de los fructíferos aportes de la misma a la economía. Se procedió a ampliar las políticas, de sociales a la inclusión de un esquema medioambiental; mejorando así la imagen de las organizaciones y pasando a ser un criterio de éxito, definiendo a las organizaciones mas competitivas de las que no.

En relación a lo dicho anteriormente, surgieron en el sector económico los fondos de inversión o de pensiones éticas o con responsabilidad social y fondos ecológicos o verdes, los cuales para ser otorgados, se debía cumplir con criterios de selección netamente ecológicos y conservacionistas. Otras iniciativas del estado Venezolano propulsor de la responsabilidad social enfocada a la no degradación del medio ambiente, es la reducción de impuestos gubernamentales a aquellas organizaciones que toman políticas regulatorias ambientales, así como el retomar practicas de reciclaje, ahorro de recursos, entre otras.

Por otra parte en el panorama económico mundial surgieron índices de calidad y financieros, orientados al sector conservacionista y que solo son otorgados a aquellas organizaciones que cumplen estrictas normas, por ejemplo: “Dow Jones Sustainability”, Domini, “400 Social”, “Global Reporting Iniciative”. Entre los componentes analizados por estos índices se encuentran la Dimensión Económica (gobierno corporativo, relación con inversores, planificación estratégica, gestión de riesgos, códigos de conducta, etc.); la Dimensión Medioambiental (publicación en Informe Anual, actuación y gestión medioambiental de las actividades, políticas en materia de reciclaje y aprovechamiento energético, etc.); y la Dimensión Social, (indicadores de Capital Humano, políticas de prevención e implicación en el desarrollo social de las comunidades).

Estos índices evidencian la importancia cada vez más creciente a las políticas de buen gobierno y a las iniciativas que no dañen el medio ambiente; es así que se logra diferenciar a las compañías líderes, de aquellas rezagadas. La transparencia y la responsabilidad en todas las compañías está creciendo visiblemente a través de mecanismos de control creados para tal efecto.

Según Benavides y Gastelumendi (2001), es evidente que para invertir ambientalmente solo se debe tomar la decisión y concientizar a la responsabilidad ambiental como una herramienta aliada y no como una adversaria que genere mayor papeleo burocrático; en consecuencia la aplicación de políticas medio ambientales responsables esta orientada a la generación de utilidades mas prosperas en la organización y en convertirse en una ventaja competitiva diferencial de la misma.





Aportes y Rentabilidad de la Inversión Ambientalmente Responsable

El principal objetivo económico dentro de cualquier empresa es la de obtener un valor o un bien. Es bastante común evidenciar organizaciones en las que se malgaste los recursos, no proporcionan buen servicio y no son eficientes en sus labores; pero si reciben utilidades satisfactorias y en consecuencia no hacen nada por depurar sus labores.
Es por ello que hoy en día las empresas no deben desaprovechar la oportunidad de generar bienes y utilidades para ellos y sus clientes, a la par que colaboran con el desarrollo de prácticas conservacionistas y un mundo desarrollado sustentablemente. Para Benavides y Gastelumendi (2001), existe un consenso en las empresas globalizadas en enfocar las inversiones ambientales responsables como un aporte positivo, que genera rentabilidad e identificación social de los clientes y trabajadores con las organizaciones a las que representan. Mas no todas las empresas tienen la misma posición al respecto, algunas mas pequeñas de ellas perciben estas prácticas como generadoras de fortalezas mientras otras más pequeñas consideran que no aporta valor a la empresa. Lo vital de concientizar por el sector económico, es internalizar la urgencia de implementar estas prácticas éticas para el bien colectivo.
Se afirma entonces que la empresa funciona como una comunidad de individuos con intereses propios y comunes insertos en un contexto socio ambiental especifico; siendo su objetivo la maximización de creación de bienes para las partes internas (empleados, accionistas) y externas (clientes, proveedores y comunidad en general), los cuales se relacionarse bajo normas de ética y legitimidad; es decir, la reputación de la empresa aumenta el valor de la misma y este incremento genera riqueza a la vez que favorece su reputación y consolida su legitimación ante la sociedad o interesados.
Las organizaciones en función a su proceder tomaran lugares más o menos privilegiados con respecto a otras. Puede mencionarse que aquellas que basen sus principios en: reparación, reacondicionamiento, reutilización y reciclaje de sus materias primas; tendrán un futuro garantizado desde el punto de vista de sustentabilidad y políticas ambientales. También es un hecho que todos estos beneficios no se ven alcanzados de inmediato; las organizaciones deben vislumbrar percibir a largo plazo los resultados en términos económicos o de prestigio social; siendo el medioambiente una oportunidad de negocio real.
Materia Legal Mundial y Nacional de la Inversión Ambiental Responsable
El documento por excelencia que ha servido como referencia legal a nivel mundial para impulsar el desarrollo sustentable es el generado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. Este Instrumento actúa como acuerdo internacional entre mas de 36 países que busca reducir las emisiones de seis gases provocadores del calentamiento global: dióxido de carbono, gas metano, óxido nitroso, Hidrofluorocarbonos, Perfluorocarbonos y Hexafluoruro de azufre, en un porcentaje aproximado de un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. Además, en el se establece que los países desarrollados que firmen el tratado cooperen con los países pobres, mediante ayuda financiera y tecnológica, para dotarles de aquellas tecnologías que ayuden a limitar sus emisiones de gases y a logar un desarrollo sostenible de sus economías.
Este instrumento también ha sido duramente criticado por países netamente capitalistas como Estados Unidos el cual se retiro del mismo, y Rusia ante su negativa de ratificarlo, ya que según estudios formales, se estima que el cumplimiento del protocolo costará cantidades exorbitantes de dinero entre 2008 y 2012. Además, sus autores se muestran convencidos de que provocará un incremento adicional de la inflación y una reducción inmediata del Producto Interno Bruto a nivel mundial. A estas consecuencias inmediatas sólo pueden seguirle el aumento del desempleo, la desaparición de industrias relativamente pequeñas y estancamiento económico general. Muchos lo han catalogado como un documento que va en contra del capitalismo o un plan salvaje que solo busca el bien de un colectivo; lo que hay que reflexionar es que ese colectivo lo constituye el mundo y que si se debe colocar en una balanza la salvación de la humanidad y el bienestar económico; es clara la decisión que debemos asumir.
En Venezuela al hablar de gestión del medio ambiente: “se entiende al proceso constituido por un conjunto de acciones o medidas orientadas a diagnosticar, inventariar, restablecer, restaurar, mejorar, preservar, proteger, controlar, vigilar y aprovechar los ecosistemas, la diversidad biológica y demás recursos naturales y elementos del ambiente, en garantía del desarrollo sustentable.” Ley Orgánica del Medio Ambiente (2007) Artículo 2.
“Esta Ley tiene por objeto establecer las disposiciones y los principios rectores para la gestión del ambiente, en el marco del desarrollo sustentable como derecho y deber fundamental del Estado y de la sociedad, para contribuir a la seguridad y al logro del máximo bienestar de la población y al sostenimiento del planeta, en interés de la humanidad.” Ley Orgánica del Medio Ambiente (2007) Artículo 1.
La Ley Orgánica del Medio Ambiente toca y desglosa de forma eficiente cada uno de los agentes contaminantes que pueden degradar el ambiente y estipula los mecanismos reguladores de los mismos para ser tratados y desechados. También nos describe la posición regulatoria del estado para lograr el control ambiental, ante el principal contaminante: el hombre, como individuo que forma parte de la sociedad y de las empresas en su gestión económica. Pero el instrumento que mas toca directamente a las organizaciones económicas de nuestro país en materia ambiental es el Decreto 3219 del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, el cual estipula que toda empresa debe cumplir con el con el Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente (RASDA), colocando a las empresas en estudio y posterior régimen de adecuación de sus actividades industriales, desarrollo y evaluación de proposiciones de adecuación (técnico-financieras) y la fijación de un cronograma de adecuación, que puede incluir tanto la instalación de tecnologías de comando y control como la optimización del proceso productivo. Una vez realizado el proceso de adecuación de las actividades para optimizar la conservación del ambiente, se establece un plazo en función de las necesidades específicas de cada firma y las empresas deben reportar trimestralmente el fin de sus desechos.

¿Cómo asumir el desafió de la Inversión Ambientalmente Responsable?
Anteriormente se consideraba aquellas empresas que resarcían sus daños ambientales como escasas o de carácter filantrópico; mas actualmente son estas precisamente las más competitivas. En tal sentido se plantean algunas pautas que se pueden tener en cuenta al momento de iniciarse en la práctica de una inversión ambientalmente responsable:
· Disminución de Residuos Contaminantes a través de la Reingeniería de los procesos: Se refiere a que las organizaciones asociadas a la industrialización que generan residuos y emisiones contaminantes, pueden hacer más eficientes sus procesos actuales, aprovechando mejor sus recursos y por ende entra menos materia prima y se disminuyen los residuos. Menor cantidad de contaminantes significa una mejor utilización de las entradas y menores costos en recursos. Para esto se requiere que los trabajadores, se preparen y se sientan comprometidos con la organización; una eficiente gestión de los gerentes y de trabajo en equipo.
· Seguimiento a la Gestión del Producto: La prevención y practicas conservacionistas no debe ser una actividad centrada solo a políticas internas de la empresa, debe orientarse también a todo el ciclo de vida del producto para así abordar los desechos que este pueda generar y buscar mecanismos logísticos para su disminución y correcta manipulación.
· Empleando tecnología de punta: El termino tecnología de punta se refiere a todas aquella innovaciones tecnológicas que están en constante evolución; aquellas empresas que están dispuestas a implementar políticas responsables ambientalmente son las mismas que ponen en ejecución el uso de tecnologías limpias que perfeccionen sus procesos. Esta iniciativa genera un desembolso de capital grande inicial por parte de las organizaciones (tecnologías disruptivas) pero se traduce en ganancias a largo plazo.


Reflexiones Finales
Por todo lo expuesto se considera imperiosa la necesidad de observar con detenimiento la desestimación del costo ecológico por una economía globalizada incontrolable que cada día continúa agrediendo y degradando el entorno mundial, lo que se traduce directamente en afectaciones a la salud de su población y de sus condiciones de vida.
La importancia de estudiar este tema es determinar el problema que enfrenta el mundo actual en relación con la contaminación ambiental está representado por los desechos industriales, y esto se produce gracias a la amplitud del sector industrial en el afán de mantenerse en el mercado competitivo actual, entonces si bien es cierto que el aumento en el comercio y la inversión extranjera directa estimulan un mayor crecimiento de los países en desarrollo, necesariamente se producirá más contaminación industrial y degradación ambiental.
Parece ser que no existe una descripción simple de una globalización que necesariamente origine daño ambiental, ya que si se combina con reglamentos internos innovadores y la inversión puede ayudar a aumentar más que a reducir las normas ambientales. Entonces es posible combinar la apertura económica con reformas que apunten directamente a objetivos ambientales, tales como retirar los subsidios de aquellas actividades que resulten dañinas para el medioambiente, crear instituciones dedicadas al tema en todos los niveles para monitorear y proteger a los sectores sensibles e incorporar enfoques innovadores y eficaces en función de los costos a los reglamentos ambientales, estos reglamentos pueden complementarse con mecanismos reguladores tales como la publicación de información clara sobre la contaminación y sus efectos y la educación de las comunidades.
Las organizaciones empresariales en la actualidad, tienen la difícil tarea de integrarse a un nuevo modelo económico capaz de impulsar fuerzas productivas y cumplir con las tareas económicas que enfrenta la sociedad hoy en día; estas deben promover el desarrollo de una sociedad más solidaria, acorde a las aspiraciones de una sociedad socialista, con altos valores éticos morales y ambientales.
Por todo lo expuesto se entiende que las organizaciones forman parte de la sociedad globalizada pero estas no deben ser destructoras sino todo lo contrario, deben formar parte del proceso concientización en relación a la conservación del medio ambiente para lograr el desarrollo que las mismas buscan, por esto es el individuo como parte del individuo quien debe evaluar su propia conducta en la construcción del mundo que todos queremos.
En Venezuela nos encontramos en un despertar ético en todos los niveles, siendo el conservacionismo ambiental un excelente punto de referencia. Son muchas las organizaciones privadas y publicas que han concientizado a la Inversión Ambientalmente Responsable como un bien añadido a su desarrollo y cotidiana actividad económica

Las empresas deben actuar como una dupla ganadora conjuntamente con el estado y la sociedad para conformar individuos más concientes de su papel en el cuidado del planeta. Este objetivo se logra mediante regulaciones como el RASDA, y el continuo seguimiento y apoyo de los entes competentes en materia ambiental Venezolana.


BIBLIOGRAFIA
· Benavides Marcela y Gastelumendi Guida (2001). Responsabilidad social empresarial. Universidad del Pacífico.
· Comisión de las Comunidades Europeas (2001). Libro Verde. Bruselas.
· Comisión de las Comunidades Europeas (2002). La responsabilidad social de las empresas. Bruselas.
· Decreto 3219 (1999). Gaceta Oficial 5305.
· Elio Sgreccia. Manual de Bioética. Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud. Editorial. Diana. México. 1996, p.16
· Ley Orgánica del Ambiente (2006). Gaceta Oficial 5833.
· RASDA (1999) Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente. Decreto 3219. Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, Gaceta Oficial Nº5305. Caracas, Venezuela.
· Resumido del libro Ética Ambiental, de Alfredo Marcos Martines, publicado por la Universidad de Valladolid en el año 2001.
· Senior, Alexa; Narváez, Mercy; Fernández, Gladis y Revilla, José. Responsabilidad ambiental: factor creador de valor agregado en las organizaciones. Revista de Ciencias Sociales vol.13 no.3. (2007). En Red. Disponible: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-95182007000300009&lng=en&nrm=iso